o los seminarios teológicos. Parecería ser un tema «poco serio» (¿infantil?) para ser tratado en las torres de marfil. Recuerdo una experiencia personal: en septiembre de 2002 fui invitado para hablar en un congreso internacional del Movimiento Juntos con la Niñez y la Juventud acerca del mismo tema que me propongo desarrollar ahora. Durante la preparación de la conferencia, fueron muchos mis apuros al buscar una bibliografía que no existía, entresacando lecciones de un tema que es escaso; se encuentran
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